Publicidad: El Japonés Colombiano

No se si ya lo han escuchado. Yo debo darle eternas Gracias a mi pana Ciro Gómez de Venevisión. Que me compartió un Video (nunca olvidaré justo después de la Preventa 2016)


Gracias Chamo!


El punto es que Yokio Kenji, es un ciudadano que tiene la fortuna de tener el background de 2 países MUY diferentes.  Colombia y Japón.  Colombia en éste caso se asemeja mucho a Venezuela. Por tanto sus comentarios son bastante válidos para los que vivimos en Latinoamérica en general.

El amigo tiene muchos Link yo voy a compartir, en orden los que hasta ahora me han parecido mas influyentes.

Èste video lo vì hoy por primera vez y de alguna manera, concuerda con lo escrito por mi persona en mi anterior entrega.  Ahora, la idea no es decir..Wow Joel y Yokoi piensan iguales...o arrecho es Joel porque ya piensa como Japonès...nada que ver.  Nadie la tiene la verdad. Esto es solo mi parecer.
Yo respeto quien no lo vea así. Podemos ser amigos y no estar de acuerdo en muchas cosas.

Mi idea de compartir èste link es que el dá ejemplos mas cotidianos, mas generales por tanto merece mi publicidad Gratis. Yo te felicito Yokoi, si hubiesen mas Yokois en el Mundo... Otro fuera el cuento.

Saludos

1) Cómo Ser Felíz

PD: si pueden dejen su feedback en la página.  Me han dicho varias personas que luego de escribir, pierden todo. Lo que he aprendido es que deben loguearse primero.  entonces, hagan una prueba corta de escribir, postear y cuando se vean sus comentarios de prueba posteados, escriban sin miedo.

jajajaj

Tambien habrá el que puede decir...que ladilla Joel...como con tantos peos el se preocupa porque la gente seaFeliz si hay gente en mi amada Venezuela, que lamentablemente se està acostando sin comer, ni ellos ni sus hijos.  Bueno eso no lo puedo cambiar, Y tampoco los puedo cambiar a uds.  Uds. cambian si desean y ven que ganaràn si deciden Ser Felices en esta vida, que es la ùnica que tendràn. Pues las otras (hasta donde se) no las recordaràn.





Comments

Unknown said…
Esta es la prueba
Unknown said…
Tú dijiste que podíamos estar en desacuerdo y seguir siendo amigos... No me ha tocado extrañar a Vzla, a mi familia, a mis amigos. No he estado fuera de mi país por más de una semana. Entonces quizás mi comentario carezca de validez para muchos. Pero puedo decir: Mientras mi compadre Alejandro crecía escuchando a Daniel Santos, al Gran Combo de Puerto Rico; yo, desde muy temprana edad, con mi cuatrico, intentaba tocar Simón Diaz, Serenata Guayanesa, Gualberto Ibarreto. Acompañaba junto con mi papá, a mis tios; uno, con el violín; otro, con la mandolina, a interpretar hermosos pasajes andinos, tradicionales valses venezolanos. No intento decir que soy más venezolano que mi compadre. Intento decir, que así como mi familia no podía viajar mucho, conocí parte de la cultura de Venezuela, gracias a la música. Y puedo prever que si algún día me tocara migrar, me va a hacer falta un montón de cosas. Sé que una parte de mi alma no se va a querer meter en la maleta y se quedará abrazada a la pata de la mesa, donde mi mamá nos sirve religiosamente todos los Domingos la sopa.
Mi concepto de felicidad es un poco extraño, pero no es solo una decisión, no es solo un estado de ánimo, tampoco lo es alcanzar bienes materiales. Me considero un trabajador social. Hace años hago trabajo comunitario. Y no lo digo para alardear, sino para intentar explicar donde podría estar la causa de mi extraño concepto de felicidad. Yo podría estar en perfecta armonía: un buen trabajo, que ese trabajo me guste y me pague bien, podría tener salud, estar motivado a echarle bolas a la vida y a disfrutar de la vida, tener buenas relaciones con mis amigos y familiares, etc; en conclusión tener todas las condiciones personales por las cuales ser feliz. Perooooo... si mi mamá se deprime por no conseguir para hacer la sopa, si mi hermano está buscando la forma de reinventarse para rendir más sus ingresos, si Pedrito y Rey ya no sales los Viernes por lo caro de la caña, si la inseguridad nos puso toque de queda; no puedo ser feliz. En otras palabras, soy feliz cuando yo y mi gente somos felices. Particularmente soy de los que salgo de noche, he estado en tu casa hasta muy tarde. Prefiero que me roben, correr riesgos; a entregarme a no vivir. Total Dios está siempre de copiloto; y por lo ciego que soy, a veces pienso que el que está manejando el carro es él (lo digo en serio). Ojalá yo pudiera motivar a mi gente a ser feliz con lo que se tiene y bajo estas condiciones, pero no es fácil.
Migrar para mí no significa dejar este peo y encontrar la felicidad en otro lado; migrar es ir a ser infeliz en otro lado, intentando sustentar económicamente a las personas que aquí en Venezuela necesito sean felices.
Joel Calzadilla said…
Gracias ! por el feedback. El punto es que no podemos cambiar a nadie. Ni a nuestras Madres, ni a Rey ni a Pedro...sòlo nos podemos cambiar a nosotros mismos. Si ellos no son felices con lo que tienen, pq se preocupan mas por lo que No tienen, ese es Su peo (y que no suene pellorativo...es una forma coloquial de decir. No podemos hacer nada por ellos, que ellos no hagan por ellos mismos).

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